miércoles, 2 de febrero de 2011

Una justicia injusta

La justicia en España va por detrás de la ciencia, un error que no puede subsanarse porque muchas veces la ciencia va a una velocidad abismal.
Hoy veía la luz un reportaje donde salía un marroquí, roba carteras, que se hacía pasar por italiano. El señorito no tenía otro trabajo que robar carteras y quitar los documentos personales a la gente que pasea por la calle sin percatarse estos de tal personaje. Tenía organizado una serie de viajes a sitios donde hay grandes aglomeraciones de personas, tipo las fallas de Valencia, fin de año en la puerta del sol de Madrid y hoy se encontraba en el centro de Madrid, donde se celebraba la entrada del año chino. La policía ya le conoce e incluso uno de los policías comentaba que sólo le faltaba invitarlo al cumpleaños de sus hijos, eso lo decía la policía mientras lo cacheaban por sospechar de él en una de los últimos robos, el ladronzuelo lo único que decía era que en España por muchas carteras que robe no va a ir a prisión.
Tiene la cara de decir el personaje este, que disgusta a los ciudadanos cada día, que la justicia en España es muy blanda y que va a seguir haciendo lo que llama su trabajo, tendrá cara.
El juez instructor del caso unión, Pamparacuatro, comentaba hace algunas semanas en las jornadas penalistas que se celebraron en Lanzarote, que en España resulta rentable cometer delitos.
Que la justicia va lenta no es nada nuevo y que la justicia no es justa en España menos, por lo que los poderes públicos y sobre todo el Poder Judicial tiene que reclamar una justicia fiable.
Yo estudio derecho y muchas veces pienso que el delincuente o asesino debe tener derecho a la reinserción después de cumplir la pena, pero por otro lado quiero que impongan cuanto antes una cadena perpetua revisable, que pueda servir para que personajes como asesinos indecentes sufran entre rejas, aunque últimamente se está mejor en la prisión con piscina climatizada, que en la propia calle. Me inclino por lo segundo (como el 82% de los españoles), me inclino por las penas más duras, por las penas más severas, pero en todos los sentidos, me da igual si eres un niño como el Cuco en el caso Marta del Castillo o si estabas borracho y matastes con tu coche a una joven de 18 años recién cumplidos, como pasó el fin de semana pasado a la hija del actor Español Toni Cantó. Ahora si digo una cosa, la presunción de inocencia debe permanecer hasta que se demuestre lo contrario, no se puede imputar a una persona y señalarla de por vida a sabiendas de ser inocente. Hay que ser muy precavidos hasta que se pueda demostrar que verdaderamente son culpables.
De forma casi masiva (71%) los españoles creen que para mejorar el funcionamiento de nuestra Justicia lo más eficaz no sería incrementar el número de juzgados, sino dotar a los ya existentes de mejores medios técnicos.
A la justicia le queda mucho por hacer y le queda mucho por avanzar para ser una justicia justa, si es cierto que en España no vamos por buen camino, o eso creo yo, ya que hace unos meses se ha reformado el código penal y la verdad que no es muy severo que digamos.
Lo único que necesitamos para vivir cómodamente es la seguridad acompañada de justicia, por ello  tenemos que cuidarla y no vivir con una justicia  tapa agujeros, sino una justicia que garantice la convivencia social a largo plazo y  que cada uno tenga lo que se merece en proporción al delito que cometa.

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